Tanto en la diabetes tipo 1 como en
la diabetes tipo 2, la alimentación tiene tres objetivos principales:
1) Ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre, evitando bajas y
subidas drásticas o súbitas.
2) Ayudar a controlar la cantidad y
el tipo de grasa presente en la sangre, de modo que se eviten los problemas
cardiovasculares tan comunes en las personas diabéticas.
3) Proveer una alimentación óptima, que propenda a un mayor bienestar y una mejor
salud.
La alimentación también es vital para ayudar a aquellas personas diabéticas
que necesitan perder peso. La reducción de peso puede hacer una gran diferencia.
Tanta, que existen casos en que se ha logrado reducir las dosis de medicamentos
necesarias.
En primer lugar, hay que procurar una alimentación que provea todos los
nutrientes necesarios sin un exceso de calorías.
Esto, combinado con el
ejercicio, ayudará, entre otras cosas, a reducir de peso y disminuir el
porcentaje de grasa corporal. Las investigaciones han demostrado que éstos, son
probablemente los factores más importantes, tanto para prevenir como para
controlar la diabetes tipo 2 y que incluso, en un buen número de casos, esto de
por sí es capaz de lograr lo que para todos los efectos es una cura de la
condición.
Por otra parte, en el caso de la diabetes tipo 1 la reducción de peso no
logrará una curación, pero es sumamente importante, ya que las células de grasa
en el cuerpo reaccionan fácilmente de manera anormal a la insulina que estos
pacientes deben inyectarse.
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